martes, 22 de julio de 2014

Cuídame y quiéreme




Abrázame, acompáñame, bésame,
enloquéceme distancia envuelta
en penumbras solitarias.
Siento que tienes del mundo;
los más bello, el candor, el clima
los ojos de mora y el verdor del bosque.
Acaríciame, bébeme, mírame,
tócame con tu beso para calmar
mi agua, mi fuego, mi sed,
aunque estés lejos.
Despierta mi alma en reposo,
protege a mi esperanzado corazón
que deambula sobre el dolor,
sobre mi piel ausente, amor,
amor mío, y sobre mi locura.
Rosa que abanicas la razón
por la cual hay que amar,
soñar, vivir sin exigirle tregua
al paso o al camino.
Sólo guarda el tiempo en la península
infinita o en el océano pacifico;
donde los reflejos son parpados silentes,
como mis versos y mis palabras,
que llegan a vos con el sonido
del viento o con el vuelo
de paloma enamorada.

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